El ARTE de enseñar: ¿Y SI CAMBIAMOS LOS ROLES? EL SEXISMO EN LA PUBLICIDAD

Hola chic@s, hoy os voy a hablar sobre la publicidad sexista porque me parece un tema muy actual y que debemos ser conscientes de ello para que no permitamos que esto siga adelante y lo denunciemos. Los niños también deben ser conscientes de esta publicidad para que no se dejen engañar ni hagan de la publicidad una sociedad desigualitaria. Debemos educar a los niños para no tener que castigar a los hombres.

Concepto de publicidad sexista

La publicidad sexista es aquella en la que se nos presentan imágenes de hombres, pero sobre todo, mujeres como estero tipos. El objetivo de esta publicidad es establecer el papel de uno de los géneros sobre el otro.

Claves para detectar la publicidad sexista

Para poder defender nuestro género y enseñarles a nuestros alumnos a diferenciar la publicidad sexista de la que no lo es, debemos de tener en cuenta las características de dicha publicidad que son las siguientes:

Una publicidad que promueve modelos que consolidan pautas tradicionalmente fijadas para cada uno de los géneros. Es decir, anuncios que siguen perpetuando los roles tradicionales que fueron asignados a cada género, ajenos a los cambios sociales y a las nuevas realidades.
Fija unos estándares de belleza femenina considerados como sinónimo de éxito. Anuncios configurados desde una mirada masculina que limitan las posibilidades de éxito social para las mujeres al seguimiento de unos modelos de belleza.
Ejerce presión sobre el cuerpo femenino a través de determinados tipos de productos. En estos anuncios las mujeres aparecen descontextualizadas, parece que no hacen nada, sólo centran sus diálogos en el cuidado corporal.
Presenta el cuerpo de las mujeres como un espacio de imperfecciones que hay que corregir. Anuncios que presentan los cuerpos de las mujeres y sus cambios a la edad como "problemas" que es preciso corregir u ocultar.
Sitúa a los personajes femeninos en una posición de inferioridad y dependencia. Anuncios que presentan a las mujeres como dependientes con respecto a los hombres, en un segundo plano, sin voluntad, pasivas, sumisas.
Excluye a las mujeres de las decisiones económicas de mayor relevancia. Anuncios que consideran que las mujeres no tienen autonomía económica y que las sitúa en un segundo plano cuando se trata de tomar decisiones sobre compras de mayor cuantía económica..
Aleja a las mujeres de los espacios profesionales prestigiados socialmente y, por el contrario, les asigna los roles de limpieza, cuidados y alimentación familiar. A las mujeres se les asina el ámbito privado, desprovisto de prestigio, y a los hombres el espacio de lo público, del saber y de la autoridad.
Niega los deseos y voluntades de las mujeres y muestra, como "natural", su adecuación a los deseos y voluntades de las demás personas. La mujer responde a lo que los demás (hijos, marido...) piden de ella. Tiene que ser una superwoman.
Representa al cuerpo femenino como objeto, esto es, como valor añadido a los atributos de un determinado producto; como su envoltorio. Anuncios que recurren al cuerpo femenino o al fetichismo de determinadas partes del cuerpo, como reclamo para atraer la mirada y la atención del potencial cliente.
Muestra a las mujeres como incapaces de controlar sus emociones y sus reacciones, "justificando" así las prácticas violencias que se ejercen sobre ellas. Anuncios que muestran a las mujeres histéricas, charlatanas.. En estos mensajes, las mujeres quedan ridiculizadas o han de ser envueltas a la cordura por el elemento masculino.

Anuncios de los años 50 sexistas

Pero los anuncios sexistas no solo existen en la sociedad del siglo XXI, sino que siempre se ha utilizado a la mujer como el arma para atraer clientes. Ya en los años 50, las mujeres se veían cohibidas por este tipo de anuncios e incluso el machismo era mayor. Las mujeres no tenían ni voz, ni voto. La sociedad de ese momento pensaba (y mal) que las mujeres solo servían para las tareas del hogar. Aquí os dejo imágenes de anuncios de estos años donde el machismo estaba muy presente.

1. "El chef hace de todo menos cocinar. ¡Para eso están las mujeres!